¿Correr con mochila? 9 consejos para hacer running con mochila
posteado en Running y Trail Running, Senderismo y Trekking por Aitor Etxebarria
Correr con mochila es una dificultad añadida pero es una necesidad en algunos casos. Si estás haciendo una ruta de trail running de varios días con noches de acampada o en ciertos entrenamientos de running, puede que no te quede otra que llevar a la espalda una mochila bien cargada. Conocer los trucos necesarios para correr con mochila te permitirá hacerlo de manera segura, eficiente y cómoda.
1. Siempre que sea posible utiliza una mochila para correr delantera
Si necesitas una mochila para running en la que disponer de unas pocas cosas básicas, una mochila delantera es la mejor elección. Soportarás mejor la carga, no alterará tanto tu centro de gravedad y no dañará tu espalda. Con la ventaja añadida de que te resultará más cómodo para acceder en todo momento y sin tener que quitártela a lo que lleves en su interior; bebida barritas energéticas, tu teléfono móvil…
2. Elige una mochila cómoda, apropiada para tu tamaño y con una buena sujeción
Esto es especialmente importante si hablamos de correr por la montaña o de combinar trekking con trail running. Las mochilas para trail running a menudo precisan transportar material de acampada para las moches así como comida y bebida para varios días. Además, al correr sobre un terreno irregular y con desnivel, la exigencia para la espalda aumenta. Por este motivo es importante que escojas una mochila apropiada para tu tamaño.
También es importante que puedas sujetar bien la mochila tanto a los hombros como a tu cintura y/o pecho, de modo que oscile lo menos posible. Si baila en los hombros te puede provocar rozaduras y un golpeteo en los riñones poco recomendable. En Columbus contamos con una mochila perfecta con forma de chaleco, que se adapta perfectamente al cuerpo sin ningún problema.
3. Se escrupuloso con tu elección del calzado
¿Te preguntas qué tiene que ver este con correr con mochila? La verdad es que más de lo que parece. Al correr con mochila, esta modificará tu centro de gravedad y para que una mala pisada no dañe tus pies, es importante que seas más cuidadoso que nunca con la elección del calzado y los calcetines apropiados. Además, es recomendable que utilices vaselina para lubricar los pies y evitar rozaduras.
4. Haz bien tu equipaje
Una mochila para running requerirá de poco que llevar pero una mochila para trail running con acampada puede tener mucho peso extra. En ambos casos, pero especialmente en este último, es importante que hagas bien tu equipaje. Esto quiere decir en primer lugar que prescindas de todo lo prescindible. No cargues peso de más sin necesidad. También es importante que mantengas un orden en la misma. Procura que haya un equilibrio de pesos en ella para que la carga quede compensada en tu espalda y no oscile hacia un lado. Y procura que no haya elementos que se claven en tu espalda al correr.
5. Trabaja bien los músculos del core
Si correr con mochila es algo que haces o vas a hacer habitualmente es importante que te esfuerces por trabajar tu core. Procura tonificarlo adecuadamente. Dedicar dos entrenamientos semanales a trabajarlo será una estupenda decisión. ¿El motivo? Al correr con mochila tu centro de gravedad se desplazará y el cuerpo, de forma inconsciente, tenderá a querer volver a su posición natural de carrera, lo que hará generando una mayor tensión de la musculatura del core. Si este no está adecuadamente tonificado, se puede terminar resintiendo.
6. Elige una mochila para running con sistema de hidratación integrado
Correr con mochila es mucho más sencillo cuando utilizas una especialmente indicada para ti. También te facilitará las cosas decidirte por el uso de una que disponga de sus sistema de hidratación integrado. De esta manera te resultará más sencillo beber mientras corres. Además, estos sistemas habitualmente están preparados para repartir la carga relativa a la bebida. Modelos como la Lake 4 o la Amanzi 10 son ideales para llevar todo lo que precises de forma estable y cómoda y, además, disponer de un buen sistema de hidratación durante la carrera.
7. Mejora tu técnica
Mejorar la técnica de carrera es necesario para que correr con mochila no suponga un problema. Es importante mantener la cabeza mirando hacia el frente y el pecho hacia arriba, con los omóplatos hacia atrás. Un core fortalecido, como ya hemos mencionado anteriormente, es vital. Apretar los glúteos te ayudará a dar una zancada con fuerza sin arrastras la pisada.
8. Prepárate para correr con mochila
Si a partir de ahora vas a hacerlo en carrera lo ideal es que entrenes también con mochila. Puedes empezar con pesos pequeños y distancias cortas. Poco a poco, ve añadiendo pesos y aumentando las distancias.
Si lo tuyo es el trail running comienza por correr con mochila en terrenos con poco desnivel y pocos obstáculos. Poco a poco podrás hacerlo en terrenos más exigentes y más largos. Empieza igualmente por poco peso y auméntalo de forma progresiva.
9. Fortalece la musculatura de tu espalda
Tonificar y fortalecer la musculatura de la espalda y de los hombros es una necesidad más que una recomendación. Te ayudará a evitar lesiones y a notar menos el cansancio de correr con un peso añadido. Es un trabajo que además te ayudará a tener un cuerpo más equilibrado, tan tonificado en su tren inferior como en el superior.
Llevar a la práctica estos sencillos consejos te ayudará a correr con mochila de forma cómoda, segura y evitando las posibles lesiones que puede producir llevarla de manera incorrecta.