Canicross, o cómo correr con tu mejor amigo.
posteado en Sin categoría por Aitor Etxebarria
Correr está de moda. O mejor dicho: no termina de pasar la moda del running. Los presagios de quienes aseguraban que la “fiebre esta de correr” no tardaría en pasar se los llevó el viento (tal vez se fueron corriendo) y al final ha resultado que lo del running no era una fiebre, sino algo crónico. O tal vez la clave esté en el hecho de que el término “correr” es muy amplio y engloba una enorme variedad de disciplinas (igual que la BTT) a las que cada poco tiempo se suma una nueva, de manera que correr siempre ha sido lo mismo, pero nunca ha sido igual. Hoy en día podemos hacer jogging (el «footing» de toda la vida), trail, ultra, cross, triatlón, barefooting o, por ejemplo —y de esto va este artículo—, canicross.
¿Qué es el canicross?
Para ser justos el canicross no es una disciplina nueva, ni siquiera en nuestro país. De hecho hace casi dos décadas que se celebran pruebas de canicross en España. Se trata de una especialidad que consiste en correr formando equipo con un perro, que va unido a la cintura del corredor mediante una línea de tiro semielástica. Esta correa une el arnés del animal con el del corredor; ambos específicos para esta actividad.
El atractivo de la disciplina es innegable para los dueños de perros a quienes les gusta el running, pues les ofrece la posibilidad de disfrutar de la naturaleza y de crear un proyecto común con sus perros. Y hablamos de proyecto, porque no hay que olvidar que el canicross no es seguir a tu perro corriendo, o que él te siga a ti (cosa que de hecho no está permitida en pruebas), sino formar un equipo; un equipo que mejorará su rendimiento mediante un plan de entrenamiento y a medida que el entendimiento entre ambos en carrera crezca.
Por otra parte, las sensaciones de correr en tándem son muy distintas a la de correr solo. En canicross podemos distinguir dos situaciones: En la primera, en llaneos y subidas, el animal nos imprime un empuje extra que si sabemos aprovechar nos hará devorar kilómetros con mucho menos esfuerzo; en la segunda, durante las bajadas, debemos controlar la velocidad del perro para no perder el control y terminar rodando.
En cualquier caso, ambas situaciones requieren una técnica algo distinta. Para llaneos y subidas una forma de correr más fluida, más “elástica”, que nos permita aprovechar mejor la energía del perro sin provocar tirones que influyan en su manera de correr. Para las bajadas, en cambio, se requiere una forma de correr “contenida” en la que la fuerza del tren superior tiene mucha importancia para controlar al animal.
Pero, definitivamente, uno de los aspectos más interesantes del canicross es la estrategia. Y es que en carrera influyen mucho la mentalidad del perro y su motivación. Por ejemplo, en un momento dado podemos decidir que no nos conviene adelantar al corredor precedente porque nuestro perro encuentra más motivador perseguir al suyo que simplemente recorrer el camino. Y por supuesto, debemos poder transmitirle que queremos que supere al otro perro en el momento preciso. Esto obliga al corredor no solo a pensar en sus propias fuerzas, sino en la manera de pensar de su animal, en su nivel de motivación, en cuáles son sus puntos fuertes y los de ambos como equipo, etc.
El canicross se puede practicar con prácticamente cualquier tipo de perro, excepto tal vez las razas muy pequeñas, que no tirarán de nosotros, aunque puedan correr junto a nosotros. De todas formas, las razas más indicadas son aquellas de tipo medio-grande (alrededor de 25 a 30 kilos), que sí pueden tirar de nosotros. Mención aparte son las razas braquicéfalas, que tampoco son las más indicadas por la fisionomía de su cabeza. En el caso de los braquicéfalos de mayor porte, como los bóxers, que sí compiten a veces, suelen llevarse a cabo chequeos más intensivos. Pero si hablamos de las mejores razas para practicar canicross, destacan sin duda las de caza grandes y, obviamente las nórdicas de tiro.
En cualquier caso, la motivación y la actitud del perro son más importantes que su raza, exactamente igual que la motivación en nosotros influye decisivamente en nuestro rendimiento. Es importante, eso sí, tener en cuenta que deben tener más de un año de edad y que no deben competir ni entrenar con temperaturas altas (más de 20º), porque el calor, en los perros, puede resultar fatal.
Por lo demás, y al márgen de las normas específicas para la competición, podríamos decir que el canicross nace de una idea tan simple como lo es disfrutar de correr en compañía de un gran amigo.