Familia en ruta: Vías Verdes
posteado en Aventureros Columbus, Ciclismo, Consejos y Trucos por descubresinlimites
Por Fernando (@nando_en_bici)
El año pasado (2023), se celebraron 30 años desde que la Fundación de los Ferrocarriles Españoles decidió iniciar un programa especial con el que se rehabilitaría el patrimonio ferroviario. En ese momento existían 7600 km de líneas que ya no tenían servicio. Hoy en día existen más de 3.300km organizados en 135 vías verdes con más de 125 estaciones rehabilitadas (www.viasverdes.com)
La oferta de vías verdes es cada vez más amplia. Ya podemos encontrar varios ejemplos de ayuntamientos que aúnan fuerzas para crear y mantener estos atractivos turísticos que en ocasiones conllevan una red de servicios que generan empleo donde nunca antes se habría imaginado.
Las vías verdes son un buen escenario tanto para una aventura en familia como para un paseo. Eso sí, mejor en bicicleta. Suelen ser tramos llanos o cuesta abajo en su totalidad para que cada usuario pueda hacerlos a su ritmo y además suelen estar aderezados con paneles informativos sobre fauna/flora, estaciones rehabilitadas con zonas de descanso donde poder refrescarse y entornos naturales de gran interés.
¿Qué más queremos? ¡Toda la familia va a disfrutar de lo lindo! Eso sí, la organización y el material van a ser muy importantes. En mi caso, siempre llevo las alforjas de Columbus Nature para evitar llevar mochilas en la espalda y en ellas llevo todo lo necesario para los cuatro. Pasaré un poco por encima el material más obvio como herramientas, cámaras, cascos, agua, botiquín, mapas descargados y ropa necesaria dependiendo de la meteorología y me centraré en unos consejos para realizar la actividad con niños y no desesperarse en el intento.
Los niños se cansan pronto pero más debido a la monotonía que al cansancio físico. Pedalear durante una hora por un lugar maravilloso puede ser una actividad muy monótona si no la aderezamos convenientemente. Material como unos prismáticos, juego de insectos o incluso unas golosinas puede ayudar a que el viaje se haga más divertido. A nosotros nos gusta ir contando historias y hablar sobre los seres reales e imaginarios que pueden vivir en la zona. Ir alcanzando pequeños hitos a lo largo de la etapa también ayuda mentalmente “…En el mapa pone que tenemos que atravesar tres túneles…”, “…más adelante hay un mirador con un banco…”,…. También les encanta hacerse cargo de su propio material. Les hace mucha ilusión llevar una pequeña mochila o riñonera con las luces de la bici, alguna llave allen o las cajas de los parches.
Vosotros iréis conociendo a vuestros hijos y veréis cuál es la motivación de cada uno. Hay niños que se sienten más motivados por la velocidad o el reto deportivo y les encanta ir los primeros y otros que en cambio lo viven de una manera más social, disfrutando más de estar con su familia o con sus amigos. Hay que adaptar la ruta a cualquiera de esas motivaciones para que, al final, resulte una actividad placentera para todos.
Para finalizar, tened siempre en cuenta la manera de volver al punto de origen cuando hayáis terminado. Hay empresas que se dedican a llevaros de vuelta al coche o a la furgo. Otra opción (mi favorita) es que una persona deshaga toda la etapa sin alforjas para recuperar el vehículo y luego pasar a recoger a la familia, ¡Familia satisfecha y entrenamiento realizado!