Cómo reducir el peso de tu mochila de montaña

Para salir a la montaña es necesario ir bien preparados, pero esto no significa que debamos ir cargados con todo. En la mochila debemos llevar solamente lo necesario, todo el peso que quitemos lo agradecerá nuestra espalda y nos aseguraremos tener una gran jornada en la naturaleza. 

Motivos por los que aligerar peso

Existen muchas razones por las que aligerar el peso de tu mochila de montaña, en primer lugar por salud, y en segundo lugar por seguridad. 

Si nos centramos en el tema salud, cuanto mayor peso carguemos más sufrirán algunas partes de nuestro cuerpo como articulaciones, tendones y músculos:

• Espalda y Cervicales. En este caso debemos hablar de la calidad de la mochila y que debemos cargar el peso de la misma en la cadera y no en los hombros, pero igualmente, cuanto menos peso mejor para la espalda y cervicales. Después de una jornada de senderismo, se pueden resentir si el peso de la mochila es elevado. 
• Rodillas. Cuanto mayor peso portemos (si no se está acostumbrado), más sufren los tendones rotulianos. 
• Tobillos. Cuanto más ligero se vaya, menos sufrirán nuestros tobillos y menor será el riesgo de sufrir una torcedura en los mismos. 
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En cuanto a la seguridad, cuanto menor peso menos probabilidades de tener un accidente de montaña: 

• Menor tiempo de exposición en sitios peligrosos. El ir más ligeros implica que podamos ir más rápidos tanto en zonas peligrosas como en zonas expuestas, por lo que esto se traduce en menor probabilidad de accidente. 
• Mayor seguridad en descensos. La mayor parte de los accidentes ocurren en los descensos por el cansancio acumulado, por lo que un equipo ligero nos ayudará en este aspecto. 
• Equilibrio. En zonas técnicas ganaremos equilibrio y evitaremos caídas. 

Aspectos importantes a tener en cuenta para reducir peso en la mochila

• Planificar la ruta. Aunque a priori este punto no parezca importante, lo es, y mucho. Dependiendo de cómo vaya a ser la ruta, meteremos unas cosas u otras en la mochila. Tendremos que conocer bien la ruta, la previsión meterológica, el agua que debemos llevar o si estará disponible por el camino… Todo ello ayudará a llevar el peso justo en nuestra mochila. 
• La mochila. Un elemento importante es la mochila, actualmente hay tantos modelos que a veces incluso es difícil elegir la adecuada. Decidir el tamaño de la mochila es importante, y dependerá del tipo de ruta que se vaya a hacer, la duración de la misma y el destino al que se vaya. Un tamaño medio de 30-35 litros será perfecto para diversas situaciones, cuanto más grande sea la mochila, más la llenaremos y más pesará. Columbus Discover Nature posee muchos modelos de mochilas, perfectas para rutas de montañas, algunos de nuestros modelos preferidos son la Peak 35 y la Aitxuri. 

• Utilizar materiales ligeros o ultraligeros. Actualmente, los materiales ligeros y ultraligeros están a la orden del día. Cada vez hay más modelos con este tipo de características, y aunque sí es cierto que el precio es mayor, merece mucho la pena invertir en este tipo de materiales. 
• Saco de dormir y esterilla. Debemos llevar un saco de dormir acorde a las características de la ruta y las necesidades, así como a la climatología. ¿Pluma o Fibra? Aunque la fibra ha avanzado mucho en los últimos años, la pluma es la que mejor relación peso/calidez presenta. Uno de nuestros modelos preferidos para salidas en otoño, primavera y verano es el modelo Everest 200. En el caso de las esterillas, si fuera necesario llevar una, existen modelos muy ligeros y que ocupan muy poco volumen, como las FPM 2 y la ILMB de Columbus Discover Nature. 

• Tienda de campaña. Si en tu ruta hay acampada y vas a llevar tienda de campaña, asegúrate de llevar un modelo ligero o ultraligero; la diferencia es abismal con respecto a una normal. Modelos que hemos utilizado en muchas ocasiones son la Ultra 2 y la Tajo 2.1 de Columbus Discover Nature. Se trata de tiendas, ultraligera en el primer modelo, y ligera en el segundo caso, pero ambas perfectas para portar en la mochila durante una ruta en la que se vaya a acampar. 

• Hidratación. Actualmente están cada vez más en uso las bolsas de hidratación, que siempre son más ligeras que las botellas de metal. 

• Comida. En este punto debemos destacar el uso de comidas con alto índice calórico, las comidas energéticas pesan menos que las convencionales. Se debe llevar comida suficiente para las jornadas de trekking, pero sin pasarse, pues todo el peso de más hay que portearlo. 
• Utensilios de cocina. Para rutas de varias jornadas posiblemente haya que llevar utensilios para cocinar como, por ejemplo, un hornillo y su combustible correspondiente. Hoy en día existen hornillos muy pequeños y ligeros que nos permiten bajar algunos gramos en el peso total de la mochila. Algo importante que también tenemos que tener en cuenta es el tamaño de la bombona de gas, si la salida a la montaña es corta posiblemente con llevar una bombona pequeña será suficiente.
• Ropa. Si se lleva ropa de recambio, debemos intentar que sea ropa técnica. Hoy en día hay materiales muy ligeros que son perfectos para estas actividades en la naturaleza.

Algo importante que debemos tener en cuenta es que hay ciertos elementos imprescindibles que nunca pueden faltar. Por mucho que queramos aligerar nuestra mochila de montaña, siempre debemos llevar elementos como el botiquín, el móvil, el frontal, navaja, mapas de la zona, GPS …

Todo esto podemos traducirlo en una muy buena frase que resume todo: ¡Menos Peso = Más Diversión!

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