Cómo organizar tu mochila
posteado en Acampada, Consejos y Trucos por Aitor Etxebarria
Después del calor del verano y las vacaciones entramos en una de las épocas más adecuadas para practicar senderismo, sobre todo si nos acercamos a los bosques de hoja caduca para disfrutar del espectáculo de color del bosque otoñal.
Para aprovechar al máximo de una salida al bosque es importante llevar el material adecuado.
Organizar una mochila de acampada puede parecer sencillo e incluso poco importante. Y es que son muchas las personas, que meten toda la ropa, accesorios y demás pertenencias dentro de la mochila, sin organización alguna y el día antes de la excursión. Pero no planear con antelación qué y dónde meter todo lo que quieras llevar, puede restarle puntos a tu experiencia en la acampada o excursión, sobretodo si te has olvidado en casa algún elemento fundamental que pasaste por alto. Además, ordenar cada elemento en su lugar correspondiente, añade un plus de confort, comodidad y estabilidad que tu cuerpo y sobretodo tu espalda, te agradecerán.
Te explicamos qué cosas hay que tener en cuenta antes de empezar a llenar nuestra mochila, y cómo hacerlo.
Ten claro lo que quieres llevar
Antes de empezar a llenar la mochila, es muy importante hacer una lista con lo que crees que debes llevar. Además, si la haces un par de días antes, tendrás tiempo suficiente para saber si tienes todos los elementos en casa o si por el contrario tienes que ir a comprarlos. Una vez terminada y repasada, lo más recomendable es ir poniendo todos los elementos de la lista en el mismo lugar, ya sea en el suelo, en el sofá o encima de la cama. Cuando estén todos juntos, podrás repasar y pensar qué se nos ha podido olvidar o qué queremos descartar.
Elementos que no deben faltar:
- Ropa de repuesto
- Chubasquero
- Botiquín (gasas, desinfectante, antihistamínicos, tiritas…)
- Comida
- Cantimplora con agua
- Gafas de sol y gorra
- Funda impermeable para la mochila
- Navaja
- Mechero
- Linterna
- Brújula
Distribución del peso
Es muy importante saber cómo repartir los diferentes elementos que vamos metiendo. Una mala distribución podría pasarnos factura y provocar futuras lesiones. Para ello, es importante conocer bien nuestra mochila, qué capacidad tiene, qué bolsillos hay, y cómo distribuir el peso. Este último, es seguramente el elemento más importante a tener en cuenta:
- En la parte superior de la mochila, pondremos elementos de poco peso, pero que debemos tener a mano en cualquier momento del día: El chubasquero, nuestra documentación, una linterna…
- En el medio, hacia la zona interior, es donde debemos poner las cosas de más peso. ¿Por qué? Al poner los elementos de mayor peso aquí, éste actuará como el centro de gravedad, y por lo tanto, la mochila no tirará tanto de nosotros y el cuerpo lo notará menos. La ropa, las botas, los elementos para cocinar y el botiquín son lo aconsejable para poner en esta zona. No obstante, ten cuidado de no poner objetos puntiagudos que puedan hacerte daño en la espalda. Intenta que el elemento que toque tu cuerpo sea por ejemplo la ropa.
- Al igual que en la parte de arriba, en el medio, pero hacia afuera, colocaremos elementos de poco peso que también podamos necesitar a lo largo del día, como cremas solares, un mapa o gafas de sol.
- En la parte de abajo, pondremos elementos de poco peso que no sean necesarios para el día a día. El saco de dormir, es lo más apropiado para esta parte de la mochila. Además, éste actuará como protector de los riñones ya que no recibiremos golpes en esa zona.
- En los bolsillos laterales pondremos la cantimplora o bombona de combustible si la necesitáramos.
- Si llevas caseta de campaña y tu mochila te lo permite, lo ideal es colocarla colgando en la parte inferior por fuera de la mochila, sujetándola bien para que no se mueva demasiado al caminar y no resulte molesto.
Una vez hayas metido todos los elementos dentro, es importante observar si la mochila cierra bien. En el caso de que no, tendremos que redistribuir aquellas cosas que entorpecen. Si la mochila sigue sin poder cerrarse, como último recurso, tendremos que quitar los elementos menos imprescindibles.
Finalmente, cuando la mochila esté preparada, debemos ponérnosla y comprobar que estamos cómodos con ella, sobretodo para no llevarnos sorpresas de última hora el mismo día de la excursión.