Expedición Laponia
posteado en Aventureros Columbus, Senderismo y Trekking por descubresinlimites
Por Mamen Etxaniz
Volvemos a la Laponia Finlandesa y comenzaremos la travesía de este año por el Lago Inari durante 5 días y a continuación trasladarnos al parque Nacional Lemenyoki para seguir el curso de su rio durante otros 5 días.
Antes de comenzar la travesía tengo un asuntillo pendiente por Saariselka. Esta es una estación de ski alpino y nórdico. El año pasado terminamos junto a la estación y mi sorpresa nada más llegar al lugar fue observar gente en bicicleta por zonas preparadas para ello. Los sueños hay que cumplirlos y aquí estoy con la mayor emoción del mundo dispuesta para esta nueva experiencia. El frio hoy es fuerte, -12, me cubro bien manos y cabeza, y con mi maravillosa bici y sus super ruedas FAT, muy anchas, comienzo la excursión. El bosque esta brutal, estoy totalmente sola en esta inmensidad, el silencio sobrecoge, pongo mi gps en marcha y comienzo a pedalear. Se hace difícil imaginar cómo se deslizan y agarran estas ruedas ¡que gozada!
Voy dirección a Kiilopa, base de otra estación de ski nórdico, después de unos 10 km comienza la subida para llegar al alto de una loma totalmente limpia de bosque, la visión sobrecoge, nieve y hielo por doquier, el viento me tira de nuevo para abajo, muuuucho frio. Llevo un termo con café caliente en la bici, super importante, imposible beber nada frio (se congelaría) ¡qué recuerdos más bonitos de este lugar! después de 10 días de travesia el año pasado llegamos hasta aquí. Bueno, emociones fuera… y a volver a Saariselka, grabo y hago fotos, semejante momento no llega tan fácil y hay que guardarlo para muuuuucho tiempo.
Me reúno con mis compañeros en Ivalo, están de vuelta del supermercado con la compra de la comida para la travesía, hay trabajo para hacer, petates, trineos, etc…
Primera toma de contacto en el rio Ivalojoki para comprobar nuestro material: botas, skis, ropa, etc… está espectacular como siempre, es difícil describir la sensación de deslizarse sobre un rio helado el cual está delimitado con palos para zonas de ski y motos de nieve.
Nada más cenar tenemos la suerte de ver las primeras Auroras del viaje……¡¡¡¡habrá más!!!!!
Comenzaremos la travesía junto al pueblo de Inari. La nieve nos rodea por todas partes y es difícil ver los límites de la carretera. Increíble la naturalidad can la que conducen por aquí, llegamos a una zona que se supone hay un parking, imposible localizarlo, depositamos todo en algo que parece una valla que limita carretera y lago y enseguida estamos dentro del lago Inari.
El lago Inari es el segundo lago de Finlandia y el sexto de Europa en extensión. Se encuentra situado en la parte septentrional de Laponia, al norte del Círculo Polar Ártico, a 118 metros sobre el nivel del mar. El lago tiene una superficie de 1.040,28 km². Tiene 3.318 islas, las más conocidas son Hautuumaasaari y Ukonkivi, un histórico lugar sagrado para el pueblo Sami, los antiguos habitantes de la zona. En las aguas del lago Inari es posible la pesca de truchas, salmones, pescados blancos y lucios.
Con su enorme longitud de 80 km y 50 km de ancho la variedad de recorridos a través de él es inmensa. Nada más comenzar a movernos por el lago nos damos cuenta de la inmensidad del lugar, la quietud nos envuelve. Algún pajarito perdido pero aquí el silencio es el amo del lugar.
El grosor del hielo en el lago en esta época del año, 60 cm., nos permite deslizarnos a puro placer, es una sensación difícil de describir. Pero también todos nuestros sentidos están en alerta continua, diferentes zonas húmedas nos recuerdan que estamos sobre un lago helado, aparecen como salidas de agua a la superficie, no muy profundas, pero hace que nuestros skis y pulkas se nos llenen de hielo al contacto de la humedad. La temperatura exterior es de -8, mejor que el año pasado …….
Nos alejamos más y más de tierra firme, en la inmensidad plana y blanca, unas horas más tarde paramos para reponer fuerzas, sacamos comida de nuestras pulkas, trineos, y comemos felices, que satisfacción ver que ya estamos en marcha.
Tras 12 km y 6 horas y media llegamos a la isla de Kahkusaari – ¡Qué lugar más bonito! Los refugios nos esperan, una cabaña de madera, otra cabaña de baños, una cabaña solo para comer tranquilamente con su fuego y finalmente nuestro refugio con sus literas, fuego a gas y madera cortadita y preparada en sacos para encender nuestro fuego.
Caldeamos bien nuestra casa, trastos y más trastos, nos preparamos unas maravillosas palomitas calentitas, tenemos un guía que es un cielo y sabe cuidarnos a las mil maravillas.
Cuando has pasado un año esperando este momento y ves que tu sueño vuelve a ser nuevamente realidad solamente tienes que dejarte arrastrar por la quietud y tranquilidad del lugar.
Bien recuperados y con las pilas cargadas volvemos al lago, el sol sale en el horizonte y los colores nos rodean por doquier, fotos y más fotos, ¡¡¡¡vamosssss que no avanzamos !!!!
Nos abrimos paso a una zona super despejada de lagos, sobrecogedor, inmenso, paz y más paz. Rodeamos unos pequeños lagos y algo que parece un rio, pero que únicamente son islas y más islas. La nieve esta sequísima en el lago, nos deslizamos como en una danza acompasada, todos al mismo ritmo, vamos cogiéndole gusto.
Después de 14 km. y 7 horas y media llegaremos a Petahasaari. Pensaremos que todas las islas son iguales, nada más lejos de la realidad, que preciosidad, cada una en su forma que la hace especial. Vemos renos al fondo…..
Hoy toca cambio de grupo para conseguir agua, sí, hay que trabajarlo. Cogemos un hacha con mango de hierro y tras alejarnos un poco de tierra firme y apartar un poco de nieve comenzamos a golpear con fuerza el hielo. Increíble lo compacto y duro que esta.
Tras un buen rato y con un agujero considerable el agua comienza a borbotear, llenamos dos grandes cubos, tenemos agua para cocinar, beber té y café suficiente para toda la tarde y noche. A primera hora de la mañana volveremos a por más agua, estará cubierto de nuevo con hielo pero esta vez será más fácil….
Hoy la travesía será diferente, atravesaremos el mayor espacio sin islas ni refugios donde cobijarnos, eso te hace pensar y ponerte más alerta. El blanco nos rodea por doquier, pensamos que serán unos 5 km, blanco y más blanco, parecerá aburrido y vacío, pero tanta quietud e inmensidad te hace sentirte un mosquito, estamos felices. A veces no sabes si subes o bajas, si vas en la buena dirección, pero nuestro guía nos pone en alerta, tenemos una salida de agua que tenemos que rodear, será como 500 m para volver a situarnos de nuevo en nuestro rumbo. Trabajo de orientación cada segundo, tomamos como referencia unos puntos a lo lejos y hacia allá vamos.
Salimos de esta tundra blanca para llegar a unas islas donde después de rodearlas llegaremos a nuestro refugio, estamos en Karpasaari. Han sido 18.1 km y 9 horas. Nos hemos ganado el descanso.
Antes de llegar al refugio hemos cruzado una zona con huellas de motos de nieve. Estamos al este del lago y existen pequeñas poblaciones que crean “carreteras” balizadas sobre el mismo para poder cruzarlas con las motos de nieve.
En cada refugio existe un cuaderno en el que debemos anotar de dónde venimos y a donde vamos. Los dibujos que veo en el cuaderno valdrían para montar un libro de aventuras. La gente se ilumina ¡ …y mucho! por estos lugares.
Hoy haremos fuego fuera, tenemos luna y frio mucho frio, pero la visión es soberbia. Esta vez sí que tenemos salchichas para cenar, pero el frio nos hace comerlas dentro del refugio, volveremos a salir para deleitarnos con unas bonitas Auroras. Todo, absolutamente todo a nuestro alrededor parece pertenecernos, o quizás el lugar ya nos haya atrapado a nosotros para siempre.
Amanecemos con una mañana fría, -18ºC, bien abrigados y felices rodearemos islas y más islas. Las cruzaremos pensando que las conquistamos, seguimos solos en el lago. Únicamente nos hemos cruzado con una persona en cuatro días.
Volvemos a nuestro primer refugio de Kahkusaari tras 13 km y 7 h y media de travesía, mañana saldremos del lago y necesitamos acercarnos a la población de Inari.
Parecerá que hemos rehecho el camino de vuelta, pero aquí el juego del terreno nos permite realizar infinidad de rutas alternativas diferentes.
Tras 12 km. y 7 horas y media de actividad, llegamos a unas cabañas que parecen tener una carretera por detrás, estamos en zona civilizada de nuevo. Llamamos al taxi, la espera se nos hace larga, pero por fin estamos de vuelta en Inari. Casas, coches y supermercados y muchos… muchos turistas.
Tenemos que reponer comida para la segunda parte de la aventura.
Tras un buen café e intercambiar vivencias con más gente, nos vamos al camping de Akun Tupa. Uno de los últimos lugares donde todavía perdura la cultura SAMI. ¡Qué maravilla de lugar! cabañas de madera, granja de Renos, bosque boreal de Pino y Abedul, ducha caliente y cena de salmón. ¡¡¡¡¡No se puede pedir más!!!!!
Vemos montañas a nuestro alrededor, estamos en un lugar muy distinto al lago, vamos a comenzar a deslizarnos por la mitad del rio, ahora aún eres más consciente de que estás encima de un rio helado, hay orillas en las que ves aflorar el agua, las balizas de las motos de nieve nos guiaran por la zona segura.
El parque nacional de Lemmenjoki está situado en el norte de Finlandia. Fue fundado en 1956 y desde entonces se ha extendido su territorio en dos ocasiones. Su área total es de 2,850 km², convirtiéndolo en el más extenso de los parques nacionales de Finlandia y uno de los más grandes de Europa. Con un rio de 80 km. que casi lo atraviesa por completo, literalmente, Lemmenjoki significa Rio del Amor.
En el curso del rio vemos cascadas de hielo que caen por las paredes heladas, atravesamos cabañas usadas como refugios para pescadores, en verano es toda una tradición venir por aquí a pescar, o bajar por el rio en canoa…
Tenemos viento de cara, hace que sintamos más frio y nos abrigamos más. Tenemos que salir del rio a la orilla, pues aparece el agua, no hay problema pues las motos de nieve nos marcan el camino de verano hasta las cabañas. Estos caminos son abiertos por los guardas del parque.
Llegamos a la orilla del rio de nuevo y estamos junto al Refugio de Ravadarsjarvi, han sido 15 km y 6 h y media de rio y montaña. El Refugio está dividido en dos zonas, una reservada y otra libre. Nos encontramos con una pareja de alemanes que llevan 25 años viniendo por aquí. Lo que me queda todavía por hacer……
De nuevo las auroras iluminan la noche, el lugar impresiona, se hace diferente al lago, estamos más felices si cabe para esta segunda parte. Se presenta distinta e interesante.
Hoy la travesía va a ser diferente pues el terreno nos va a obligar a cambiar. Tras los primeros 7 km. llegamos a unas cabañas llenas de motos de nieve abandonadas y cargadas con sacos, estamos en las minas de oro del parque. Se hace extraño … Comenzamos montaña arriba, los skis los situamos encima de los trineos y caminamos sobre nuestras botas, menos mal que he venido con mochila nueva, una Kamet 35, el tiro del trineo tensa mis correas con fuerza, pero lo aguanta todo. Ha sido todo un acierto esta nueva mochila, la espalda ergonómica ha hecho que mi espalda no sufra del tiro de los trineos, y eso es muuuy importante en un viaje como este.
Reponemos fuerzas pues vamos a tener que tirar de nuestros trineos montaña arriba, la senda está abierta, menos mal, y tras 300 m de desnivel positivo y salir de un bosque cerrado nos situamos en lo alto de un barranco a los pies del Refugio Morjamoja. Sencillamente maravilloso, el lugar nos sobrecoge ¡Que paz Dios mio! si no lo vives es difícil de explicarlo. En total han sido 12 km, 7 horas y 300 m desnivel positivo.
También aquí hay dos zonas, guardada y libre, pero como estamos solos nos acomodamos a todo placer. Hacemos fuego, ponemos algo de musiquita y somos las personas más felices del mundo.
Hoy la tertulia después de cenar será larga, nuestro guía nos deja boquiabiertos contándonos sus experiencias por el mundo, que humildad la verdad, cuanto tenemos para aprender.
Ha amanecido con viento, al final de la jornada volveremos al mismo lugar por lo que no cargamos los trineos, que liberación. Pero el viento nos recuerda que aquí bromas pocas y respeto total al lugar, subimos y subimos, vemos las primeras perdices nivales de este año, que blancas y que camufladas están en el entorno. Hemos llegado a un cruce de caminos que mañana tomaremos.
Tenemos zonas de subidas y bajadas, la nieve esta super seca y nos deslizamos como niños. Diversión total. Esta tarde va ser antológica, relax y más relax.
Penúltimo día de travesía, recogemos todo y con mucha pena abandonamos este lugar que quedara guardado en nuestras memorias por mucho tiempo.
Subimos con carga la loma de ayer, hoy cuesta más pues los trineos tiran de nuestras espaldas, vamos acercándonos a un collado para cambiar de valle y a cada metro que avanzamos está más bonito. Los árboles están cubiertos de una capa dura de nieve, nos dejamos caer con los trineos, con caídas incluidas del tiro del trineo, el lugar nos sobrecoge de lo bonito que esta.
Después de cruzarnos con guardas del bosque, cargados con sus super trineos con largos tiros llenos de material para reponer en los refugios, almorzamos algo en el valle. Tenemos que remontar un collado para volver a bajar al rio. Nos cuesta mil tirones y sudores la subida y al final tras una dificultosa bajada – hay que elegir bien el camino y no liarla – llegamos de nuevo al Refugio de Ravadarsjarvi, 14 km. 8 h y 800 m de desnivel positivo. Hoy nos hemos ganada una buena cena. Hablando de comida, mucha gente prefiere llevar comidas liofilizadas, pero nuestro guía es un magnifico cocinero y cada noche nos deleita con una cena distinta: Pasta, Arroz, Lentejas, Super sopas, etc.…….
Ultimo día, que pena de verdad, seguiría rio abajo hasta Helsinki, de verdad … de verdad….
Salimos al curso del rio de nuevo y disfrutamos de nuestro último día. Avanzamos con toda la tranquilidad y satisfacción del mundo. Al cabo de un rato nos encontramos con un grupo que avanza como nosotros, resulta que reconocen a nuestro guía de una antigua expedición en el Himalaya, que pequeño es el mundo, intercambiamos fotos y direcciones para seguir en contacto.
Vamos a salir del rio para llegar a AkunTupa, pero algo nos distrae y nos alejamos … será que no queremos volver. Pues lo que parecía un paseíto ha terminado en 17 km, 6h y media.
Aquí estamos en el camping con la cerveza para brindar por esta maravillosa experiencia.
Comenzamos a conectarnos todos con los teléfonos y las noticias empiezan a correr de boca en boca …, pero no quiero despegarme de este lugar y desconecto mi móvil, mañana será otro día.
Volveremos, seguro que sí y con MAS GANAS.