Costa Vicentina en bici. Portugal
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Paisajes de ensueño … acantilados… playas infinitas… naturaleza virgen… Así es la Costa Vicentina
Ruta completa
Si se dispone de bastante tiempo, la ruta completa por la costa Vicentina parte desde Lisboa, recorre las costas oeste y sur de Portugal y atraviesa el Parque Nacional de Doñana para alcanzar, finalmente, la hermosa ciudad de Sevilla.
Se trata de un combinado de grandes trayectos como el EuroVelo de la Costa Atlántica, el Camino Histórico de la Rota Vicentina y la Vía Algarviana, junto con la Ecovía do Litoral en el Algarve. En cuanto a España, el recorrido pasa por la Vía Verde del Litoral, la costa onubense, el camino del Canal del río Piedras, el Camino de los Playeros y el Corredor Verde Metropolitano.
En total, son 719 kms y casi 3.000 m de desnivel acumulado por increíbles paisajes formados por acantilados, playas infinitas, dunas, bosques… Todo ello a lo largo de 12 etapas, aunque los que no dispongan de tanto tiempo pueden dividir la ruta en tramos de fácil acceso y retorno.
El viento, un compañero de viaje más
En esta costa de Portugal el viento es un elemento bastante presente, por lo que es importante elegir bien el sentido de la ruta. Como dominan los vientos del cuadrante norte y los del noroeste, que pueden llegar a soplar con bastante fuerza, si optamos por hacer la ruta en el sentido norte-sur tendremos un 90% de probabilidades de disfrutar de vientos de cola y nuestro esfuerzo será menor. En invierno, eso sí, es posible que aparezcan vientos del suroeste y del oeste, mientras que los vientos de levante apenas se manifiestan.
El relieve
Por regla general, la orografía es suave, teniendo en la primera etapa que atravesar la única cadena montañosa, la Serra da Arrábida. A partir de ella el relieve se suaviza y no será hasta alcanzar el interior del Alentejo cuando los Montes de Santiago do Cacém vuelvan a obligarnos a pedalear hasta casi los 300 m de altura. Más tarde, al acercarnos a Cabo de San Vicente, la horizontalidad del terreno se pierde otra vez y comienzan los «toboganes», a los que siguen las suaves colinas que atraviesan los valles del Algarve. Tras este tramo, ahora sí, la planicie se extiende hasta Sevilla.
Más allá del desnivel, una dificultad particular de esta ruta será la existencia de tramos con mucha arena, en los cuales avanzar encima de la bici será prácticamente imposible.
Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina
La costa Vicentina es una de las franjas litorales mejor conservadas de Europa; poco urbanizada, con naturaleza virgen, hermosa… y con kilómetros y kilómetros de acantilados, dunas y arenales. Son, en total, 110 km de litoral salvaje que no dejan indiferente a nadie.
Los increíbles acantilados de esta zona de Portugal son como un libro abierto en cuanto a geología. En sus vertiginosas paredes se pueden ver las formaciones rocosas plegadas y fracturadas hace nada menos que 300 millones de años, en el período Carbonífero, y los estratos que se han ido acumulando hasta hoy.
Según nos cuenta la geología, fue en el jurásico cuando el supercontinente Pangea se quebró, formando el Océano Atlántico y dejando al descubierto muchas de estas formaciones que hoy podemos observar en la costa Vicentina.
Nuestra ruta
Cuando hace años conocimos por primera vez la Costa Vicentina, supimos que sin ninguna duda volveríamos para conocerla un poco más a fondo. Pues bien, en nuestra última aventura elegimos esta zona para recorrerla en bici, de una forma más pausada, más bonita, sin prisas y degustando a paso lento todo lo que nos ofrece la naturaleza.
Seleccionamos dos etapas para recorrer en bici, la etapa 4, de Vila Nova de Milfontes a Aljezur (70,6 km) y la etapa 5, de Aljezur a Sagres (58,6 km). Destacamos como punto importante que las etapas no pueden hacerse en su totalidad por caminos, por lo que parte de las mismas (la mayoría) hay que hacerlas por carretera nacional (y muchos de estos tramos no cuentan con arcén, por lo que hay que extremar las precauciones).
Destacaremos y hablaremos de dos tramos en concreto, perfectamente ciclables, pegados a la costa y con paisajes espectaculares.
- TRAMO ENTRE CABO SARDAO Y PORTO DAS BARCAS
Un espectáculo para la vista —posiblemente de las zonas más bellas que hemos visto—, donde la inmensidad de los acantilados es abrumadora.
El tramo entre Cabo Sardao y Porta das Barcas, es totalmente ciclable, por un camino pegado constantemente a la costa y con unas vistas maravillosas. En primavera una manta de jaras y matorral llega hasta el mismo borde del acantilado, adornando aún más este idílico paisaje.
Además, destacamos este punto por la posibilidad de divisar en los acantilados nidos de cigüeñas, siendo el único lugar en el mundo donde se puede ver anidando una colonia de cigüeña blanca. Durante la primavera es fácil divisar, tanto en Cabo Sardao como en sus inmediaciones, nidos con este precioso animal, con sus pollos.
Si no se dispone de tiempo suficiente para hacer una ruta de varios días, una buena opción es hacer este tramo. Existe un gran aparcamiento cerca del faro, desde donde se puede acceder a los diferentes miradores. Es una zona bonita y muy bien acondicionada. Eso sí, hay algunos puntos del camino con gran cantidad de arena, por lo que a veces ir encima de la bici es prácticamente imposible.
- TRAMO POR LOS ACANTILADOS DE CARRAPATEIRA
Hay una increíble variante que recorre una pista en perfecto estado por los acantilados de esta preciosa zona. Podemos decir que el primer punto destacado de este tramo es la famosa Playa de Bordeira, rodeada de grandes dunas, situada en la desembocadura de la ribera de Carrapateira.
Tras ascender una respetable “colina” por la carretera, llegamos a los primeros miradores de esta bella etapa.
La pista discurre constantemente junto al mar, que se puede admirar dedsde varios miradores marcados con letras.
Los miradores disponen soberbias vistas de los escarpes de tonos anaranjados, que contrastan con el verde manto de vegetación y el intenso azul del cielo. Casi sin que nos hayamos dado cuenta el paisaje ha ido cambiando. Se nota que nos vamos acercando al Algarve, donde el terreno es cada vez más rojizo y anaranjado.
Posiblemente esta sea una de las últimas zonas más salvajes y vírgenes de la ruta.
Cabo de San Vicente
El final de nuestra ruta y el punto más suroccidental de la Península Ibérica, aunque no el más occidental de Europa, que se sitúa en Cabo da Roca, cerca de Lisboa. El Cabo San Vicente divide la costa del sur, del salvaje litoral este. Su faro se levanta dentro de una fortaleza que protegía un antiguo convento que fue destruido por un corsario inglés del siglo XV. La torre del faro, de 20 metros de altura, es actualmente uno de los faros de mayor alcance de Europa; y también el mejor lugar para contemplar la puesta de sol. Un final perfecto para esta preciosa ruta.
Continúa la aventura …
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