Dos rutas en bici en las Islas Canarias que no te puedes perder
posteado en Aventureros Columbus por descubresinlimites
Si eres un amante de las rutas en bici, te proponemos dos actividades que no te puedes perder si viajas a las Islas Canarias. Si además te decimos que se encuentran en dos islas totalmente diferentes seguro que las ganas de ir aún aumentan más.
Las Islas Canarias son un paraíso en cuanto a naturaleza virgen, rutas y paisajes. Ninguna de las 8 islas deja a nadie indiferente. Aunque las opciones para practicar Mountain Bike son innumerables, en este post destacaremos una ruta por el islote de Lobos, perteneciente a la isla de Fuerteventura, y otra por la Isla de La Graciosa.
El Islote de Lobos
El islote de Lobos es una pequeña isla situada al noreste de la isla de Fuerteventura. Se trata de un islote pequeño, de unos 6 km2 de superficie, muy fácil de recorrer en bici y que nos mostrará unos paisajes volcánicos de ensueño.
Su nombre se debe a que en el pasado habitaban en la isla focas monje o frailes del mediterráneo, también conocidos como lobos marinos, actualmente en peligro de extinción. Por desconocimiento, los pescadores eliminaron la especie, ya que pensaban que reducían los recursos marinos de la zona.
La isla se encuentra protegida en su totalidad y forma el Parque Natural del Islote de Lobos, albergando mas de 130 especies vegetales y varias especies de aves. Su máxima altura se localiza en La Caldera, también conocida como El Filo La Herradura, con 127 metros de altitud.
Ruta en bici por el Islote de Lobos
Como hemos dicho antes, si viajas hasta Fuerteventura y eres un amante de las bicis, el Islote de Lobos es un imprescindible.
Para llegar hasta Lobos hay que tomar un ferry de poco más de 15 minutos, desde el puerto de Corralejo, en el Norte de Fuerteventura. Llevar las bicis en el barco es gratis; en nuestro caso llevamos las nuestras, pero es posible alquilarlas en Corralejo. Merece la pena disfrutar de la travesía y contemplar el intenso azul que tiene aquí el mar.
Tras bajar del barco, a los pocos metros podemos encontramos paneles explicativos del Centro de Visitantes, donde podremos conocer un poco de la historia del lugar. La ruta por la isla es circular, comenzamos en sentido anti-horario, dejando para el final la visita a La Caldera.
Se trata de una ruta caracterizada por paisajes volcánicos y aguas cristalinas, de gran belleza, que podremos disfrutar en bici sin problemas. A pocos minutos de salir del muelle nos encontraremos con el Puertito de Lobos, un conjunto de casitas de pescadores de color blanco y puertas azules.
Desde aquí continuamos la ruta a través de un paisaje espectacular, en dirección el Faro de Punta Martiño. Por el camino podremos disfrutar de diferentes playas y miradores naturales; incluso atravesaremos un arenal de fina arena dorada, un gran contraste con el negro volcánico. Merece la pena subir hasta el alto del Faro y disfrutar de la panorámica que nos ofrece, pudiendo observar en primer plano las marismas que rodean al faro. Además, es un punto privilegiado para disfrutar de La Caldera.
Continuamos ruta hacia La Caldera, atravesando de nuevo paisajes volcánicos de ensueño. Ascender a La Caldera es posible, pero no en bici, podemos dejarlas atadas en los indicadores de madera que hay justo al comienzo de la ruta, y ascender desde este punto.
El ascenso es una continua pendiente que nos recompensa con las vistas desde el punto más alto del islote. Sentémonos y disfrutemos una vez más de este increíble paisaje.
Nos ponemos de nuevo en ruta, hacia el principio y final: el muelle; pero no sin antes parar en las Salinas de Lobos, otro de los atractivos de la isla. Muy cerca del muelle se encuentra la famosa playa de La Concha de Lobos, una playa con forma perfecta de media luna, con vistas a Corralejo y un intenso color de agua que cambia sus tonalidades dependiendo de la incidencia de la luz.
Isla de la Graciosa
En junio del 2018 La Graciosa fue reconocida como la octava isla habitada en Canarias, dejando de ser considerada un islote. Se trata de una isla pequeña, sin asfalto, de naturaleza virgen, arena blanca y aguas turquesas… Sin ninguna duda, un paraíso para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre.
Al igual que el resto del archipiélago canario, La Graciosa cuenta con un clima excepcional, por lo que cualquier época es buena para disfrutar de esta isla. Debido a su gran riqueza natural, La Graciosa forma parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo y de una de las tres Reservas Marinas que existen en Canarias, además de constituir un importante refugio para numerosas aves marinas.
Ruta en bici por la Isla de la Graciosa
Estamos seguros que una de las mejores formas de conocer La Graciosa es en bicicleta. Al tratarse de una isla sin grandes pendientes, nos permite descubrir sus bellos rincones pedaleando sin gran dificultad.
Para llegar a La Graciosa hay que tomar un barco con un trayecto de poco más de 25 minutos de travesía, desde el Puerto de Orzola, en Lanzarote hasta el puerto de Caleta de Sebo. Llevar tu bici en el barco es gratuito, pero si no dispones de ella es posible alquilarla en la propia isla.
Las rutas en bicicleta en La Graciosa se encuentran perfectamente señalizadas. Destacamos dos recorridos que nos darán una visión completa de la isla.
La ruta comienza saliendo del pueblo Caleta de Sebo, siendo la primera parte del recorrido en ligero ascenso hasta llegar a un cruce de caminos donde podremos escoger tres opciones, la Montaña Amarilla, la Playa de las Conchas y el pueblo Pedro Barba. Un punto en el que estaremos rodeados de dos increíbles conos volcánicos, La Aguja Grande a la derecha y la Montaña del Mojón a la izquierda.
La ruta hacia la Montaña Amarilla es lineal, con suaves desniveles y un increíble paisaje. Un recorrido con el mar a nuestra izquierda adornando este imponente lugar. Con 172 metros de altura y tonos amarillos, la Montaña Amarilla es uno de los cuatro conjuntos volcánicos de La Graciosa que no debes perderte. Amarillos, ocres y marrones contrastan con el intenso azul del mar.
Tras volver por el mismo camino se llega de nuevo al cruce de caminos donde tomaremos dirección hacia la Playa de las Conchas. En este primer tramo de ruta hacia la playa, y tras disfrutar un bonito descenso, podremos admirar las vistas al Islote Montaña Clara y, al fondo, Alegranza.
Merece la pena disfrutar de la Playa de Las Conchas, con sus imponentes arenales y aguas de un azul intenso. Situada a los pies de Montaña Bermeja, se trata de una de las playas más paradisíacas de la isla, con 610 metros de playa y 100 de ancho. El fuerte oleaje impide bañarse la mayoría de los días, pero merece la pena acercarse tan solo para disfrutar del paisaje.
Para seguir hacia el pueblo Pedro Barba debemos deshacer un poco el camino. Tendremos un primer tramo de dunas que darán lugar a un increíble paisaje, sin ninguna duda un lugar perfecto para recorrer en bici.
Un pequeño ascenso y la ruta se acercará hasta el pueblo, el cual se puede visitar. Para volver a retomar la ruta habrá que deshacer la bajada hacia el pueblo y continuar la pista hasta el cruce de caminos. De aquí volveremos de nuevo a la Caleta del Sebo.