Estilos de Mountain Bike
posteado en Ciclismo por Aitor Etxebarria
Poco sospechaban los cuatro locos que a mediados de los años 70 tuvieron la idea de lanzarse por los cortafuegos del monte Tamalpais sobre bicicletas de cartero que estaban creando algo nuevo. Desde aquellos primeros traqueteantes pasos de la BTT hasta hoy ha llovido mucho, pero ni uno solo de esos chaparrones ha disuadido a los entusiastas de la bicicleta de montaña de seguir pedaleando. Al contrario, el terreno embarrado se convirtió en un incentivo, lo mismo que las graveras, los cauces secos de los ríos, los senderos de cabras, las pistas de esquí con y sin nieve… A lo largo de los años la conquista de nuevos terrenos ha obligado a adaptar las monturas a base de prueba y error hasta convertirlas en algo muy distinto de aquel lejano ancestro de nombre Schwinn Excelsior que tanto triunfó en el monte Tamalpais.
Pero si hay algo que ha influido en el desarrollo de la mountain bike más que el terreno de juego, han sido sin duda las preferencias personales de los bikers. Hacia los años 90, de entre la masa aparentemente uniforme de entusiastas de la BTT fueron distinguiéndose poco a poco los que solo querían lanzarse a toda velocidad montaña abajo, los que veían en ella un medio de transporte sin límites, los que buscaban la competición en largas distancias y todo tipo de terrenos… Y así, a partir del último antepasado común a todas las BTT actuales —esa bici de cuadro delgado, manetas de freno enormes, horquilla rígida y llantas bicolor—, fueron surgiendo líneas evolutivas diferenciadas (con convergencias constantes) que dieron lugar a la gran variedad de estilos de bicicleta de montaña que existe hoy en día.
Y es que ya no vale con decir que se practica bicicleta de montaña (o BTT o MTB), ahora es necesario especificar qué estilo es el que se practica, y no son pocos. Además, no se trata de un apunte sin importancia, una mountain bike actual vale un buen dinero y acertar con el tipo más adecuado al estilo que vayamos a practicar es muy importante. ¿Aún no tienes claro cuántos tipos de MTB hay y cual es el tuyo? Ahí va una pequeña guía.
Trail
Es la modalidad más común, la BTT por excelencia, la menos especializada, sin duda, pero precisamente por ello la más versátil. Es decir, que no son las mejores en nada, pero son válidas para todo, algo de lo que otras modalidades no pueden presumir. Precisamente por ello también son conocidas como All mountain.
Hasta hace no mucho las bicicletas de trail solo contaban, generalmente, con suspensión delantera (de 120mm a 140mm), pero la doble suspensión ya está completamente extendida. El tamaño de ruedas actual también ha variado desde las clásicas 26’ a las intermedias de 27,5’ o las gigantes de 29’.
Este tipo de bicicleta suele ser, además, la más empleada en bikepacking, debido a que están pensadas para recorridos muy largos.
En definitiva, si no tienes claro qué estilo de bici deberías comprarte porque no cuantas con demasiada experiencia en este deporte, no hay duda: necesitas una bicicleta de trail.
Descenso
El nombre lo dice todo, las bicicletas de descenso o downhill (DH) son máquinas pensadas para bajadas vertiginosas, una actividad que, no lo olvidemos, fue la que dio origen a este deporte.
Las bicicletas de descenso son fácilmente reconocibles: cuentan con doble suspensión, con un recorrido de horquilla muy largo (220 mm), cuadro tipo sloping, es decir, con la barra horizontal en caída hacia un sillín muy bajo y, además, de factura extraordinariamente resistente, capaz de encajar los mayores golepes sin despeinarse. En cuanto a las ruedas, han sido la última modalidad en coquetear con las modernas y gigantes de 29’. La mayoría de los modelos aún se siente más cómoda con las intermedias de 27,5’.
Cross Country (o XC)
Las bicicletas de cross country (XC) son las responsables de que las enormes ruedas de 29’ se hayan puesto de moda. Se trata de bicis pensadas para competiciones de élite que suelen celebrarse en circuitos cerrados. Se trata de carreras rápidas, plagadas de obstáculos técnicos, pero sin grandes desniveles y por lo tanto sin grandes descensos.
Su geometría busca la reactividad, la velocidad, el arranque explosivo, algo en lo que, por otra parte, no contribuyen las enormes ruedas de 29′ que, no obstante, tienen sus ventajas. Aparte de las ruedas destaca el escaso recorrido de la horquilla de entre 80 mm a 10 mm, y eso cuando la llevan, pues a veces se sacrifican a favor de la ligereza.
Marathon
Las bicicletas de marathon están claramente emparentadas con las de cross country. También están pensadas para la competición, pero en este caso para carreras de larga distancia. Es por eso que suelen contar con suspensiones de mayor recorrido que las de XC (120 mm) y una geometría y suspensión central más cómoda para pedalear durante más tiempo.
Enduro
A medio camino entre el Trail, el descenso y el Cross Country encontramos una modalidad cuya finalidad principal podríamos decir que es divertirse como un niño. Consiste en recorrer distancias medias siguiendo recorridos en los que las subidas se alternan con las bajadas, los saltos, los tramos técnicos…
Su diseño muestra claramente sus ambiciones: tienen horquillas de largo recorrido (180mm) más parecidas a las de descenso, un cuadro similar al de las Cross Country, pero más fuerte, como las de trail. Además, debido a que lo diverso del terreno para el que están pensadas, es habitual que cuenten con tijas de sillín telescópicas que permitan cambiar la altura rápidamente para pasar del llaneo cómodo al descenso más técnico.
Dento de todas estas categorías, por supuesto, cada marca ofrece sus propias características diferenciadores por lo que lo más habitual para aquellos a los que no les quema el dinero en las manos, es que la compra de una bicicleta de montaña nueva comience con un larguísimo estudio de mercado. Ahora bien, pocos objetos son capcaces de dar tantas alegrías como una buena mountain bike.