Descubriendo la EuroVelo 3: La Ruta de los Peregrinos
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Por Mamen Etxaniz
La EuroVelo 3, también conocida como la Ruta de los Peregrinos, es una travesía ciclista que atraviesa Europa de norte a sur, abarcando unos 5.100 kilómetros. Desde Trondheim en Noruega hasta Santiago de Compostela en España, esta ruta ofrece una experiencia única que combina paisajes impresionantes, patrimonio cultural y la oportunidad de explorar una diversidad de países y regiones. El año pasado, Mamen, una apasionada ciclista y embajadora de Columbus Discover Nature, comenzó su aventura en la EuroVelo 3. Este año, retoma su viaje con renovada energía y ganas de compartir cada etapa de esta increíble travesía.
Un día particularmente exigente me llevó desde Charleroi hasta Liege, recorriendo 127 kilómetros junto al río La Mosa. Durante el camino, observé compuertas y barcos mercantes que abastecen las fábricas de hierro de la región. Al llegar a Namur, me sorprendió su impresionante muralla y, en Huy, no pude resistir la tentación de subir su famoso muro, un verdadero reto. Continuando por el canal, me desvié en varios pueblos para disfrutar de la gastronomía local, y finalmente llegué a Lieja, una ciudad que ha sabido modernizarse sin olvidar su pasado industrial. Partiendo de Liege junto al río, tomé la vía verde RAVeL, una ruta ciclable increíble que me llevó hasta Alemania, atravesando el famoso cruce de tres naciones. En territorio alemán, alterné entre pistas de tierra y asfalto hasta llegar a Aachen, una ciudad con preciosos parques y un mercado popular encantador.
El siguiente tramo, desde Vicht a Schweingein, de 86 kilómetros y 1086 metros de desnivel positivo, comenzó con una subida hasta Kleinhau, atravesando un bosque precioso. Después de una bajada hasta la presa, entré al Parque Nacional Eifel, lleno de subidas y bajadas emocionantes. Tras dejar el pueblo de Heinbach, accedí a una pista forestal empinada pero con buen firme, y continué por caminos asfaltados hasta Hostel, un pueblo encantador, y luego hasta Schweingein, donde me desvié hacia el camping de la ruta. Dejando el camping, me dirigí hacia Rheinbach y, tras algunas subidas, llegué al río Rin en Mehlem. Desde allí, rodé 30 kilómetros junto al río, disfrutando de un carril bici perfecto hasta Bonn. Cruzar el puente y cambiar de margen del Rin me permitió disfrutar de hermosos caminos junto a huertas hasta llegar a Colonia.
La salida de Colonia fue complicada debido a la lluvia y los desvíos por obras en Leverkusen, pero finalmente el Rin me llevó directo hasta Düsseldorf. Atravesé Heidenau por su bonito bosque temático y continué por vías de servicio y pistas forestales encantadoras. Tras cruzar Elstorf y su museo de aves, me adentré en un bosque mágico, con subidas y bajadas que me llevaron a Harburg, donde crucé el río Süderelbe a través de un antiguo puente de 447 metros. Los carriles bici me guiaron a lo largo del río Elba hasta el corazón de Hamburgo. Saliendo de Hamburgo desde la estación central, seguí el curso del río Elba al norte, disfrutando de vistas impresionantes y atravesando edificios emblemáticos y el mercado de pescado. Luego, un bosque espectacular me llevó a Wedel, con jardines y palacios. Pasé por Seester, un pueblo muy bonito, antes de llegar a Wellingkamp y desviarme al campingplatz, un lugar sencillamente genial.
Desde el camping, partí en dirección a Itzehoe, cruzando las vías del tren. El fuerte viento me obligó a trazar buenas líneas de ruta, pero siguiendo vías de servicio y carriles bici, llegué a Rendsburg, donde crucé el río por un túnel subterráneo y ascensor. Tras recorrer su bonito pueblo, continué hacia Schleswig, bordeando un inmenso lago antes de llegar al camping de Missunde, junto al hermoso fjordo del mar Báltico. Desde la parte alta de Flensburgo, llegué a la frontera con Dinamarca, siguiendo el carril bici de la ruta 3, atravesando campos de soldados y bosques. Alternando entre carretera y pistas de tierra, me dirigí hacia Vojens. Allí, tomé la ruta 8 hacia Christiansfeld, disfrutando de caminos sin tráfico y finalmente, llegué a Kolding por carril bici, una verdadera delicia.
Cada pedalada en la EuroVelo 3 es una aventura llena de descubrimientos y retos. Te invito a seguir esta ruta, explorar nuevas culturas y conectar con la naturaleza en cada etapa. ¡Nos vemos en el camino!