Interpretar el riesgo de avalanchas

“Uno de los mayores peligros de la montaña invernal”

Los aludes o avalanchas son uno de los mayores peligros a los que nos enfrentamos a la hora de salir a la montaña en invierno. Es importante tener unas nociones básicas sobre este tema. 

Un alud, también conocido como avalancha, es el desplazamiento de una capa de nieve en una zona en pendiente que se dirige ladera abajo con una velocidad que puede variar, pero que siempre entraña una situación de peligro. 

La existencia de nieve, por poca que haya, siempre implica un riesgo de avalancha, entender las causas que las provocan y los diferentes tipos que hay nos pueden ayudar a prevenirlas. 

Las avalanchas

Aunque las avalanchas son repentinas, existen diversos signos que de alerta. En muchas ocasiones son pequeños deslizamientos de nieve seca en polvo, que mueve una masa sin forma; pero otras veces se producen avalanchas desastrosas, cuando enormes capas de nieve se desprenden de la ladera de la montaña y se precipitan colina abajo. Estas masas pueden alcanzar una velocidad de 130 km por hora en unos 5 segundos. Por desgracia, las víctima atrapadas en estas ocasiones casi nunca pueden escapar. 

Las tormentas, la temperatura, el viento, la inclinación y la orientación de la pendiente, la vegetación, el terreno, y en general las condiciones de acumulación de la nieve son los factores que influencian si una zona determinada sufrirá una avalancha y cómo será. 

Además, las diferentes combinaciones de estos factores crean riesgos de avalanchas bajos, moderados, considerables o elevados. 

Factores a tener en cuenta

Como ya hemos adelantado en el punto anterior, las avalanchas se pueden producir por diversos motivos. Uno de ellos es la sobrecarga, por la cantidad de nieve que se acumula en la zona de inicio de la avalancha. Esto genera un colapso dentro del manto de nieve, normalmente a nivel de una capa débil y se produce el alud. 

Otro factor que tendremos que tener en cuenta, es que debe existir un ángulo de ladera entre 25° y 45° preferentemente para que se desencadene tal fenómeno.

Por otro lado, las avalanchas también pueden ser generadas por personas, esquiadores, montañistas, alpinistas, motos de nieve, animales … y todo ello tiene relación con la sobrecarga del manto de nieve. 

En algunas ocasiones, las lluvias sobre este manto pueden ser la causa de una avalancha. 

Por lo tanto, antes de salir a la montaña es importante informarse sobre el estado del tiempo y el riesgo de aludes de la zona que se quiere visitar. En caso de que este riesgo sea elevado lo mejor es evitar hacer travesías o salir de las pistas señalizadas. 

Veamos algunos factores que representan peligro de aludes: 

• • Las pendientes lisas con nieve fresca, sin árboles y sin rocas.
  • Los temporales y nevadas intensas.
  • Las temperaturas próximas a 0º, junto con lluvias o nevadas. 
  • Los fuertes vientos que se pueden producir tras un temporal de nieve, y que pueden provocar desprendimientos de nieve en las zonas aún no asentadas. 
  • Cuando al pisar la nieve esta se agrieta formando láminas onduladas y duras. 
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Precauciones ante las avalanchas

Ante una salida a la montaña, lo mejor es prevenir y saber lo mas posible sobre lo que nos pueda ocurrir. En este punto trataremos sobre las precauciones a tener en cuenta. 

• • Se debe llevar un equipo adecuado, incluido un sistema electrónico de búsqueda y un pañuelo o pasamontañas para colocarlo en la boca, por si nos vemos sorprendidos por un alud. 
  • Subir la montaña por aristas o zonas protegidas por árboles o rocas. 
  • Para atravesar una ladera se debe hacer por la parte más baja. 
  • Si se llevan esquís y se intuye peligro, lo más conveniente es soltarse las correas de seguridad y las de los bastones. 
  • Si se va en grupo, circular con precaución y en fila, dejando suficiente distancia de seguridad. 

Durante el alud 

En caso de que nos pille una avalancha el saber actuar puede salvarnos la vida, 

• • Debemos tratar de salir fuera del alud, por los laterales.
  • Desprenderse del equipo, mochila, bastones …
  • Hacer movimientos de natación, intentando mantenerse en lo alto y tratar de abrirse camino hacia los lados del alud.
  • Al verse cubierto por la nieve, se debe adoptar una postura fetal, protegiendo la boca y la nariz.

Después del alud

Si nos vemos sorprendidos por un alud, cuando este se detenga hay que intentar moverse con fuerza para formar un espacio libre alrededor que ayude a respirar. A continuación tendremos que averiguar la posición respecto a la superficie , por ejemplo mediante la caída de saliva. 

Por desgracia, las estadísticas de los aludes no son muy alentadoras si el rescate no es rápido. Según datos, el 93% de las víctimas sobreviven si se las desentierra en 15 minutos, después la tasa de supervivencia disminuye rápidamente. Tras 45 minutos, solo el 20-30% de las víctimas sobreviven. Tras dos horas, muy pocos sobreviven. 

Equipo de seguridad contra avalanchas

Algo esencial si te gusta salir a la montaña invernal, es contar con un equipo de seguridad contra las avalanchas. Un transceptor de avalanchas, una pala y una sonda son los imprescindibles.

El transceptor, también conocido como ARVA, acrónimo francés de Appareil Du Recherche de Victime de Avalanche (Aparato de Búsqueda de Víctimas de Avalancha), se utiliza para localizar a personas que han sido enterradas por una avalancha, mediante un sistema de transmisión y otro de recepción. El modo transmisión envía señales a intervalos regulares que son registradas por otro dispositivo en modo de recepción, de esta manera es posible determinar la posición de una persona enterrada. Algo a tener en cuenta, es que el dispositivo siempre debe ir encendido en modo transmisión y directamente en el cuerpo, no en la mochila pues podría perderse durante el accidente. 

Una vez determinada la posición de la persona enterrada mediante el ARVA, se utiliza la sonda. Con ella es posible determinar la profundidad a la que está y el lugar dónde excavar. 

Las sondas suelen estar formadas por varios elementos que se unen rápidamente mediante un sistema de tracción, tienen una longitud de unos 2,40 metros y cuentan con un sistema de medición impreso para leer la profundidad a la que se encuentra enterrada la persona. 

En cuanto a la pala, la nieve de las avalanchas es muy compacta y tiene una densidad mucho mayor que la nieve ordinaria, por lo tanto es importante llevar siempre una pala para poder acudir al rescate de una persona enterrada. Las palas suelen estar hechas de aluminio o carbono, materiales robustos y ligeros, que permiten ser transportadas con facilidad, porque además pueden ser plegables o desmontables.

Por otro lado, podemos hablar del Recco, un sistema de rescate en caso de avalancha que permite localizar a las víctimas gracias a un radar. Consta de dos partes, el radar detector que poseen los grupos de rescate y los reflectores pasivos que no emiten señal y vienen incorporados en algunas chaquetas, pantalones e incluso botas. Los reflectores Recco son compatibles con algunos sistemas ARVA pero en ningún caso son un sustituto. 

Mochilas Columbus Discover Nature para actividades invernales 

Como siempre decimos, y más en este artículo, a la montaña siempre hay que salir bien preparado. Hemos hablado sobre el equipo de seguridad para avalanchas, ahora toca el turno de las mochilas. 

Y es que no podemos dejar de hablar de dos de nuestros modelos, perfectos para este tipo de situaciones, la Aitxuri y la Peak. 

La Mochila Aitxuri es una mochila polivalente para actividades de montaña como el alpinismo, el trekking, la escalada …, de diseño limpio y compacto. A nivel de elementos de seguridad, este modelo dispone de logos reflectantes en la mochila y la funda de lluvia, y un silbato incorporada a la cinta pectoral. Además, tiene un bolsillo frontal pensado para llevar la pala, la sonda y otras herramientas de nieve. Igualmente, para transportar el material técnico dispone de portapiolets o bastones, dos cintas de compresión regulables a ambos lados para raquetas de nieve o eventualmente esquís. 

Mochila Aitxuri Columbus Discover Nature

La Mochila Peak, ahora disponible en tres tamaños, 27L, 35L y 42L, también es un modelo perfecto para estos casos. Dispone de sistema de transporte de material técnico como portapiolets, bastones, casco y dos cintas de compresión regulables a ambos lados para raquetas de nieve, esquís, o sistema de rescate como la pala y la sonda. 

Mochila Peak Columbus Discover Nature

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