
Cómo preparar una ruta con raquetas de nieve
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Las raquetas de nieve permiten desplazarse por terrenos nevados sin hundirse, facilitando el acceso a paisajes invernales y rutas de montaña en invierno. Para disfrutar de esta actividad con seguridad y comodidad, es fundamental conocer algunos aspectos clave antes de lanzarse a la aventura.
1. Elección del equipo adecuado
Existen diferentes modelos según el tipo de terreno y nieve. Para terrenos llanos, se recomiendan raquetas más anchas con buena flotabilidad, mientras que para zonas con desnivel es mejor optar por modelos con crampones y alzas para facilitar la subida. Los principales tipos son:
- Raquetas de travesía: Diseñadas para largas rutas y terrenos variados, ofrecen buen equilibrio entre tracción y comodidad.
- Raquetas alpinas: Pensadas para terrenos empinados y nieve compacta, suelen incluir crampones agresivos y alzas de subida.
- Raquetas para nieve profunda: Más grandes y anchas, proporcionan mayor flotabilidad en nieve polvo.
Cómo ponerse las raquetas:
– Ajustar bien la fijación para evitar que el pie se mueva dentro de la raqueta.
– Asegurar la correcta sujeción de las correas o hebillas.
– Comprobar que la raqueta esté bien alineada con el pie para mejorar la estabilidad.
Otros imprescindibles:
- Bastones: Ayudan a mantener el equilibrio y reducir la fatiga. Deben contar con rosetas grandes para evitar que se hundan en la nieve.
- Calzado: Botas impermeables y transpirables con buen aislamiento térmico.
- Ropa: Vestirse por capas es clave: capa base térmica, capa intermedia aislante y una capa exterior impermeable y cortaviento.
- Mochila: Es recomendable llevar una mochila con correas de sujeción para portar las raquetas cuando no se utilicen, además de suficiente espacio para equipo técnico como crampones, comida, agua y un botiquín de emergencia.
- Accesorios: Gafas de sol o ventisca, guantes, gorro y protector solar.
2. Planificación de la ruta
– Conocer el terreno: Consultar mapas, desniveles y dificultades técnicas.
– Condiciones meteorológicas: Verificar la previsión del tiempo y evitar días con alto riesgo de tormenta o avalanchas.
– Duración y nivel: Adaptar la ruta a la experiencia del grupo y al tiempo disponible. La progresión con raquetas es más lenta que el senderismo habitual.
– Alternativas y puntos de escape: Es importante tener un plan B en caso de cambios inesperados.
3. Técnicas de progresión
– Marcha en llano: Caminar con una separación natural de los pies, evitando pasos demasiado amplios.
– Subidas: Utilizar las alzas de las raquetas y los bastones para repartir el esfuerzo. Si la pendiente es pronunciada, se recomienda la técnica de zigzag.
– Bajadas: Flexionar ligeramente las rodillas y mantener el peso hacia atrás para evitar resbalones.
– Nieve profunda: Aumentar la cadencia de los pasos y utilizar los bastones para mantener el equilibrio.
4. Seguridad en la nieve
– Avalanchas: Consultar el riesgo en la zona y evitar pendientes pronunciadas sin experiencia o sin equipo de seguridad (ARVA, pala y sonda). Pues leer más sobre este tema aquí.
– Orientación: Llevar mapa, GPS o brújula y conocer puntos de referencia en la ruta.
– Comunicación: Informar a alguien sobre la ruta y la hora prevista de regreso.
– Kit de emergencia: Incluir manta térmica, silbato, botiquín y alimentos energéticos.
5. Impacto ambiental y respeto a la naturaleza
– Seguir rutas establecidas para minimizar el impacto sobre el ecosistema.
– Evitar perturbar la fauna invernal, que gasta energía extra en esta época del año.
– No dejar residuos y recoger toda la basura generada durante la actividad.
Con una buena planificación y el equipo adecuado, las rutas con raquetas de nieve son una manera segura y emocionante de descubrir la montaña en invierno. ¡Prepárate y disfruta de la nieve con responsabilidad!